La gastronomía es uno de los ítems que cobra mayor relevancia al momento de planificar un evento y garantizar su éxito tanto a los asistentes como los organizadores, su importancia no ha de sorprendernos ya que en la gastronomía radica un factor diferencial para que nuestros comensales hagan eco de su participación en el evento, tengan un recuerdo agradable del mismo y se propicien espacios de esparcimiento y networking.

Sin embargo, es común que por temor a que los asistentes se queden sin probar algunos de los platos ofrecidos en el catering y en consecuencia no se cumplan con las expectativas de sus paladares, se haga una excesiva demanda de productos, lo que genera una incertidumbre sobre cómo proceder con los excedentes de comida que se ha dejado en el evento.

Años atrás esta realidad representaba un tema inquietante para los organizadores debido a que la comida que sobra en los eventos representa no solo un problema medioambiental importante sino que además involucra una estricta legislación sanitaria que envuelve a España, convirtiéndose en un dilema moral y social ya que resultaba más sencillo arrojar a la basura todos los excedentes de comida antes de donarlos.

En la actualidad se ha convertido en una oportunidad de hacer labor social incluso después del evento. Con donaciones a empleados y asistentes, lo que resulta el avance más importante es la generación de organizaciones, que en asociación con ONG’S, permitirá a los organizadores donar los excesos de comida a comunidades o instituciones que puedan verse beneficiadas con los alimentos.

Esto, bajo el correcto procedimiento de una cadena de seguridad en la que todas las partes implicadas tendrán responsabilidades inherentes para lograr el éxito de esta iniciativa, que ha sido pionera en Barcelona y que muy pronto hará presencia en la capital española, lo que le permitirá a los organizadores añadir a sus eventos el ingrediente perfecto para una gastronomía sostenible.